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¿Por qué la pornografía no es ni puede considerarse feminista?

Julio 07, 2020

¿Por qué la pornografía no es ni puede considerarse feminista? ¿Qué relación estrecha tiene con la violencia patriarcal hacia las mujeres, niñas y niños? 

 

El término "pornografía" se origina en las palabras griegas "pórne" (prostituta), "gráphein" (grabar, escribir, ilustrar), y el sufijo "-ía" (estado de, propiedad de, lugar de), por lo que el significado sería "Descripción o ilustración de prostitutas o de la prostitución”. El uso más antiguo del término dataría del 1800.

 

La industria pornográfica mercantiliza los cuerpos de las mujeres, niñas y niños y los utiliza para el goce masculino. Ellos son, en su mayoría, los espectadores y difusores de estas vejaciones hacia los derechos humanos. En las páginas pornográficas no solo se encuentran videos “producidos” por grandes industrias y empresarios dedicados a su difusión y comercialización, sino también infinidad de videos de pornografía infantil y violaciones, que los grandes portales alojan sin reparos.

 

Podemos encontrar categorías como "lesbianas", "interracial", "maduras", "milf" que fomentan el sexismo, la misoginia, el racismo y la fetichización de mujeres racializadas y musulmanas. El ejemplo que estuvo teniendo más repercusión estos días fue el caso de Mía Khalifa. Las mujeres musulmanas que aparecen en estos vídeos cuentan que las obligan a utilizar el hiyab como morbo hacia los consumidores.

 

El factor recurrente en las escenas de los videos pornográficos son los abusos hacia las mujeres -cuando no las violaciones directas- y las prácticas violentas contra ellas. Son por demás frecuentes las escenas en las cuales o bien las mujeres son forzadas a tener sexo y conforme a una irrealidad ridícula acaban disfrutándolo, o bien participan en prácticas extremadamente dolorosas, al punto de terminar llorando, atragantadas y pidiendo al hombre que se detenga. 

 

Así, nos encontramos con videos que cuentan con millones de visitas, titulados “úsalas hasta romperlas – cómo tratar putas de la manera correcta” (7.6M de visitas, 74% de likes), “Cogiendo a mi madrastra por el culo mientras está atrapada en la secadora” (4.9M de visitas, 73% de likes), “Anal forzado a mi prima”, “18 años es abusada”, “Meada, borracha y usada”, “Gang bang a la putita borracha en la fiesta, se deja coger por todos”, “me meto al cuarto de mi hermanastra borracha y me la follo”. Sobran titulaciones alusivas a la pedofilia: “fantasías de padrastro”, “adolescentes”, “babe”, “escuela”, “jovencitas con viejos”, y más títulos directamente referidos a la violación: “Por favor para”, “ella dijo no”, “violación”, “prostituta callejera es asaltada en una violación grupal” (este último con 6.9M de visitas en pornhub)

 

Los títulos, las miniaturas de los videos, la publicidad de las páginas y absolutamente todo en estos portales es descrito desde la perspectiva masculina. Mientras las mujeres somos cosificadas y expuestas para el disfrute masculino, los que llevan adelante la acción son los hombres. Las páginas están diseñadas por y para ellos.

 

El mensaje que la pornografía lanza para las mujeres, teniendo en cuenta el carácter esencialmente violento de estos contenidos, es que nuestro deseo no importa, o más peligroso aún, que nuestro deber es el de disfrutar de ser abusadas, violentadas y humilladas. En palabras de las creadoras de contenido Towanda Rebels, “todas las mujeres”, la hermanastra, la hermana dormida, la prostituta, la madrastra, la “jovencita”/adolescente “aunque aparezcan vejadas, humilladas, sometidas, dominadas, insatisfechas; expresan satisfacción, diciendo que les ha encantado”, transmitiendo el  mensaje de que a las mujeres nos gusta que nos traten así, alterando la percepción del deseo sexual femenino y peor aún, construyendo el deseo sexual masculino en base a humillar, violentar y vejarnos a las mujeres. 

 

Más de 3850 videos figuran bajo la categoría “abused” (abusada) sólo en pornhub, que además sugiere, a raíz de esta búsqueda, las categorías “adolescente castigada”, “abusada y humillada”, y demás títulos con violencia explícita donde se habla de escupir, asfixiar, pegar, abusar brutalmente de mujeres por parte de su hermano, su padre, o quien sea.

 

El argumento más frecuente contra quienes señalamos estas violencias es la apelación neoliberal a la libertad individual: “son actrices, es ficción”, “están ahí porque lo eligieron”, “es un negocio”, “cada uno elige de qué trabajar y en qué escenas participar”. No es trabajo nuestro enseñar lo que no se aprendió en lo más básico de las ciencias sociales del secundario: la realidad es más compleja. En un mundo atravesado por lógicas políticas y de poder, donde reina la desigualdad estructural entre los sexos, pensar en términos de libre elección es poco más que una fantasía o un autoengaño tranquilizador.

 

Los contenidos que se crean y consumen son una expresión directa de los deseos de sus consumidores, a la vez que alimentan una visión determinada de la realidad. Si en las webs porno abunda esta cantidad de contenido es porque es el contenido que los millones de consumidores diarios demandan, el que les excita, que no es otra cosa que la violencia explícita contra las mujeres. Los niños, cada vez más pequeños, aprenden un modelo de sexualidad construido sobre la jerarquía, la violencia y el sometimiento femenino.

 

Las escenas pornográficas son representadas ante la cámara, sí, pero aquellas escenas sexuales que vemos se están llevando a cabo realmente, y los testimonios de una cantidad enorme de actrices (mujeres) sobre la violencia a la que son sometidas durante esas filmaciones dejan en claro que eso que creemos tan ficcional no lo es en verdad. Según sus testimonios, las actrices suelen durar en la industria entre 3 y 5 años pudiendo rodar más de 200 películas, y sus contratos suponen que éstas cedan sus derechos a las productoras por 99 años. Sus películas pueden ser vendidas a otras productoras y comercializadas con el título que éstas quieran sin que la actriz tenga ningún control. Su imagen deja de pertenecerles completamente. Los maltratos, las agresiones, los daños físicos y psicológicos colman sus relatos. (1)

 

En definitiva, ¿qué pasa con una sociedad en la que abundan webs porno con categorías racistas, pedófilas, de violencia extrema, incesto y violaciones? ¿Qué tenemos que pensar de esta humanidad si millones de personas, mayoritariamente hombres y niños al día se excitan sexualmente con escenas en que las mujeres son violadas, sometidas al poder del varón y a cantidades enormes de dolor y tortura? 

 

¿Por qué no vemos casi nunca escenas de sexo consentido, en igualdad de condiciones, libre de violencia? Porque no es la esencia de la industria pornográfica. No son la igualdad, el deseo mutuo y el respeto lo que la alimenta. Lo que por definición sostiene a la industria pornográfica toda y le da razón de ser es la violencia, la manifestación de una relación social de poder cuya constante somos las mujeres humilladas. 

 

Estos datos (las categorías más visitadas y la millonada de hombres que por día las frecuentan) nos dicen algo, muy claramente: lo que excita es la misoginia. Y si excita, vende. Por algo la industria del porno es tan lucrativa. Y mientras tanto, otro dato alarmante: los niños se inician en la pornografía desde alrededor de los ocho años. (2) A falta de un sistema de educación sexual integral que enseñe algo tan básico como que las mujeres somos tan humanas y sujetos de deseo como nuestros compañeros varones, ese vacío es rellenado por la industria pornográfica. Lo primero y en muchos casos lo único que los niños, mayormente varones, aprenden sobre sexo es lo que les muestran estos videos. Que las mujeres pueden ser sometidas, que incluso les gusta, que no importa que no sientan placer ni tampoco que sientan incluso dolor y sufrimiento, porque lo único que cabe como validación del acto sexual es el placer varonil y la afirmación de su poder.

 

También en palabras de Towanda Rebels: “Violento es todo el porno. Desde los títulos que utilizan, a la manera de nombrarnos, catalogarnos, presentar nuestros cuerpos e invisibilizar nuestra sexualidad” Pero ahora, encima, “lo que hasta hace pocos años se conocía como el porno hardcore, porno duro, se ha ramificado en cientos de categorías en las que vemos cómo se extienden las prácticas de ahogamientos, de dobles y triples penetraciones con desgarros incluidos y prolapsos, asfixia, sexo oral brutal al punto de hacer vomitar a la chica, y todo tipo de vejaciones públicas o sexo en grupo, mientras decenas de hombres la insultan, le pegan, la escupen.” 

 

Una categoría destacada es la de “humillación pública” (public disgrace), con su propio canal dentro de pornhub y más de cien millones de visualizaciones entre sus videos. Esta categoría es la que se emplea en muchos casos para iniciar a las jóvenes en el porno, como modo de “romperlas” o “ablandarlas”. Se graba en la calle, a plena luz del día o en bares donde sus clientes pagan por abusar y humillar de todas las formas posibles a chicas de 18 o 19 años por horas. “Todos estos videos ponen el énfasis además en que son las chicas las que quieren ser humilladas y vejadas, pero se olvidan de explicarnos por qué hay hombres que se excitan y se corren humillando y violando mujeres, y por qué hay miles y millones de hombres que se pajean viendo esta violencia.” (3)

 

En 2019 hubo alrededor de 42 billones de visitas a pornhub, aproximadamente 115 millones de visitantes al día (El equivalente a la población de Canadá, Australia, Polonia y Países Bajos por día), con un aumento de 8,7 billones de visitantes respecto del año anterior. Si quisiéramos ver todo el contenido tendríamos que empezar en 1850 de manera ininterrumpida para hacerlo. En cada minuto de 2019 se subieron a pornhub 2,8 horas de contenido. (4) El negocio es brutal, y hoy en día cualquiera con un teléfono sube pornografía (“amateur”) sin haber ningún control sobre quiénes participan, qué condiciones de seguridad mantienen, si son menores de edad, etcétera. Así, muchos videos son grabaciones caseras subidas sin permiso de las mujeres que aparecen, sexo con mujeres drogadas, alcoholizadas, desmayadas, o videos de “porno venganza”.

 

Entre las etiquetas más visitadas encontramos las consistentes en el racismo (latinas, negras, indias), la mención a prácticas extremas y de riesgo, a partes concretas de los cuerpos de las mujeres (lo cual denota una cosificación, una fragmentación e hipersexualización clara de nuestros cuerpos) y a torturas. La industria se reinventa con prácticas cada vez más extremas y violentas, llegando a extremos como la necrofilia. 

 

En nuestro país, por su parte, la categoría más visitada es "Lesbianas". De más está decir que los videos que allí aparecen poco tienen que ver con la realidad de las mujeres lesbianas y con lo que a ellas les produzca placer ver o hacer. Las lesbianas son fetichizadas a través del morbo masculino, que desata la idea fantasiosa de que las mujeres están al servicio de los hombres y que sus elecciones sexuales están relacionadas directa o indirectamente con ellos, los hombres. Así, tenemos que escuchar cosas como que no son más que mujeres "frustradas" por no tener una buena atención masculina, la falaz mentira falocéntrica de los hombres sobre las mujeres que no los eligen, y que no conciben que dos mujeres puedan tener sexo para otra cosa que no sea producirle placer a él en tanto espectador. Tanto estos argumentos que colman el imaginario masculino, como su cristalización en estos videos, dejan en evidencia la forma en que el patriarcado ataca a aquellas que no obedecen la heterosexualidad obligatoria.

 

Los videos reproducen un modelo de sexualidad que erotiza la violencia explícita contra las mujeres, quienes permanecen pasivas, complacientes, adormecidas y receptoras de golpes, dolor y torturas. Y cuando las violaciones no son “representadas”, son filmadas por ciudadanos comunes o productores pornográficos y subidas a las webs más visitadas.

 

Así, por ejemplo, una madre halló a su hija menor de edad que estaba desaparecida cuando la encontró siendo violada por su secuestrador en 58 videos de pornhub (5), y Rose Kalemba fue secuestrada a los 14 años y violada en cámara por doce horas, teniendo luego que amenazar a la compañía para que eliminase las filmaciones de su portal. (6) Así, también, otra millonaria compañía pornográfica estadounidense -BangBros- ha sido acusada de engañar niñas, menores de edad, con falsas ofertas laborales para empujarlas a participar en videos pornográficos (7). Además se cuentan abusos a infantes y el caso de las 22 mujeres coaccionadas por los productores de “Girls do porn”, socio de pornhub que ahora afronta causas por pornografía infantil, tráfico sexual, tráfico de menores y abuso sexual.

 

La Internet Watch Foundation ha procesado y confirmado, en sólo dos años, 118 casos de tráfico y violaciones de niños y niñas en pornhub. Esto ha sido denunciado por las impulsoras e impulsores de la campaña que denuncia estos hechos (Trafficking Hub) y lucha por el cierre del portal y el enjuiciamiento de sus dueños.

 

Además, afirman que el sitio no tiene ningún sistema para verificar confiablemente la edad ni el consentimiento de quienes aparecen en los videos de los cuales extraen sus millonarias ganancias. “El portal pornográfico más grande del mundo deja las cosas increíblemente fáciles para los usuarios que suben videos de violencia sexual real, memorizando por siempre el trauma de sus víctimas para el beneficio y placer de pornhub y sus usuarios.” (8)

“¿Qué función tiene la pornografía en una sociedad como la nuestra?”, se preguntaba en una conferencia reciente (9) la referente feminista Ana de Miguel. Tiene una función muy similar a la de la prostitución. Si la prostitución es una institución en la que se puede materializar el acceso al cuerpo de las mujeres, la pornografía forma parte del mundo de la ficción. Estamos impotentes ante su avance en la vida cotidiana porque quienes la defienden se escudan en que es una “ficción”, porque se presenta como tal, con el amparo lógico de la 'libertad de expresión'. Ante el argumento de la ficción se nos obliga a suspender el juicio crítico. La pensadora lo ilustra con un ejemplo muy gráfico: “Si vemos una imagen en que a una mujer le están dando un bofetón y llamándola guarra de paso, tenemos derecho a denunciarlo. Pero si se amplía la imagen y aparte de darle el bofetón y llamarla guarra, le están metiendo un palo por el culo y eso se da dentro de un video que se llama 'sexual' entonces lo que tenemos que hacer es callarnos la boca para no caer en la censura.”

Ana de Miguel argumenta que hoy, que las políticas de igualdad son supuestamente apoyadas por la mayor parte de la población y que todo el mundo dice defender la igualdad, en sociedades comprometidas formalmente con esa igualdad, la desigualdad entre hombres y mujeres -el patriarcado- tiene que legitimarse desde alguna otra instancia. En nuestra cultura democrática occidental son las ficciones, los videoclips, la pornografía, las series, las revistas ‘femeninas’, son el mundo de la ficción de la cultura popular y también lo que se hace en la academia como alta cultura los que se hicieron cargo de legitimar no sólo la desigualdad entre hombres y mujeres sino también lo que no es legitimable en ningún otro lado: la humillación y la violencia explícita contra las mujeres.

La pornografía cumple esta función social edificante. Se convirtió en casi el único lugar, junto con los prostíbulos, en el que se puede legitimar de forma explícita una violencia que supone muchas veces la destrucción del cuerpo de las mujeres y unas humillaciones inimaginables. 

Intentar separar semejante industria (la tercera más lucrativa del mundo) de sus efectos en la realidad material sólo sirve a quienes pretenden lavarle la cara a un negocio que se alimenta del consumo y la reproducción de la violencia patriarcal. Mientras sigamos legitimando la pornografía y la prostitución el patriarcado seguirá teniendo lugares donde reproducir la desigualdad entre hombres y mujeres del modo más explícito, con la aprobación hipócrita de la sociedad.

A continuación, transcribimos información pertinente sobre el tema.

 

La fábrica del porno

Estados Unidos es uno de los países con la mayor industria pornográfica a nivel mundial. En la zona de San Fernando Valley, en las afueras de Los Ángeles (California) se encuentra la cumbre de los estudios pornográficos. En Los Ángeles, a partir de 2014, es obligatorio -por ley- que los actores usen preservativo en cada escena. Esta medida generó rechazo entre los productores, que decidieron mudar a Las Vegas y Miami muchas de sus filmaciones, ya que allí no rigen este tipo de condiciones.

La industria pornográfica del país norteamericano factura aproximadamente 20 mil millones de dólares, anualmente esta cifra se triplica.

Las mujeres relegadas al papel de "actriz porno", no solo son violentadas y mal remuneradas (en su mayoría cobran por escena y su brutalidad incrementa el costo), sino que su imagen deja de pertenecerles. (10)

 

Porneros a nivel mundial

Los neoyorquinos pasan entre 10 minutos y 45 segundos en la web. Lo más consultado son vídeos de sexo entre personas racializadas o de color. 

🇬🇧 Los londinenses, pasan entre 10 minutos y 17 segundos viendo porno, sobre todo de la categoría lésbica, con un 83 % de usuarios hombres.

🇫🇷 La capital francesa, París, tiene una media temporal de 9 minutos y 55 segundos. Lo que más ven los frances, valga la redundancia hacia su falocentrismo y egocentrismo, es porno francés. 

Por último, tenemos a Los Ángeles y Chicago, luego encontramos a Osaka (Japón) , en seguida de las ciudades australianas de Sídney y Melbourne, Houston (EE.UU), Bangkok (Tailandia), Roma, Varsovia, Dallas (EE.UU.), Milán, Yokohama (Japón), Washington, Seúl (Corea del Sur), Brisbane (Australia) y cerrando la ciudad estadounidense de Atlanta. Estas 20 ciudades representan el 16,8 por ciento del tráfico diario de Pornhub.

Argentina, ocupa el 19º puesto en el ránking mundial de Pornhub, con la categoría "lesbianas" como más buscada.

En Chile, Bolivia y Perú, la categoría más popular fue "hentai" (animaciones pornográficas japonesas); y  en Uruguay la categoría más buscada fue "anal".

Durante 2019, se registraron un total de 42 mil millones de visitas mundiales a un ritmo promedio de 80 mil usuarios por minuto. (11)

 

Pedofilia

Argentina es uno de los grandes productores de pornografía infantil. Los reportes ante la Justicia aumentaron 23,6 por ciento en cinco años. Se postula entre los 10 países que más trafican este tipo de material.

Las redes sociales y la deep web funcionan como reclutadores de estos materiales y sus cómplices. Los pedófilos se sirven de la tecnología para perfeccionar y sofisticar el circuito de distribución y eludir los controles globales. En 2018, se detectaron 85 nuevas páginas en la deep web. Se calcula que cada cinco minutos aparece la escena de un niño siendo abusado sexualmente en una página de internet. (12)

 

La pornografía viola los derechos humanos

Las mujeres son expuestas a depredadores sexuales, violencia sistemática, física, psicológica y sexual, facilitando su manipulación y coerción. No solamente se violentan los derechos humanos más básicos, sino que somos cómplices de violaciones en red al servicio del patriarcado más inmundo. Estas prácticas pueden acabar con la vida de las mujeres que aparecen en los videos y fomentar la trata y la fetichización. La pornografia y prostitución de niñas y niños vendidos a los porneros causa una desigualdad feroz, problemas en la salud, tráfico de menores, adicciones y muerte. Una industria que perpetúa las desigualdades sociales y culturales de las mujeres al servicio del hombre. 

 

Algunos extractos de artículos periodísticos (13) que reúnen los testimonios de varias sobrevivientes de la industria pornográfica: 

               

Shelley lubben - alias Roxy

"Muchas actrices admiten haber experimentado abuso sexual, abuso psíquico, abuso verbal y rechazo por sus padres. Algunas fueron violadas y abusadas por sus vecinos. Cuando fuimos niñas pequeñas, queríamos jugar con muñecas y ser mamás, no tener hombres que asustan encima de nosotras. Así nos fue enseñado a temprana edad que el sexo nos hacía valiosas" 

"Los usuarios de la pornografía sólo observan un video bien editado. Ellos no ven lo que pasa detrás de escenas; las chicas que están llorando y son enviadas para afuera del estudio de grabación porque no pueden aguantar los actos sexuales violentos en los que les piden participar" Al terminar su carrera pornográfica, confesó contraer un herpes que le terminó provocando un cáncer de cérvix que la obligó a extirparse el cuello uterino. Acusó que los rodajes en la pornografía son dañinos para la salud física y mental. Incluso, creó la fundación Pink Cross que ayudaba a las personas que quisieran salir de la industria y reunía fondos para aquellos adictos al porno, al sexo y a las drogas. Murió a los 50 años en California el pasado 9 de febrero de 2019 por una insuficiencia cardíaca.


Vanessa Belmond 

Trabajó por más de 7 años en la pornografía. Entró a ese mundo con apenas 18 años y se desenvolvió en distintas películas hasta cumplir los 25. En una entrevista que hace parte del formato 'Date my Pornstar' reveló que después de su primera grabación contrajo clamidia. También contó que en algún momento sufrió otras enfermedades de transmisión sexual como gonorrea. Al retirarse de la pornografía, confesó las condiciones de la industria no aseguran la salud de las actrices. En muchas ocasiones, tomar muchos analgésicos contra el dolor que requería para algunas escenas, la afectaron.

 

Rachel Marie Oberlin

Filmó más de 400 películas pornográficas y afirma haberse arrepentido de trabajar en la industria pornográfica. Declaró que, después de su retiro, se le hizo muy difícil reinstalarse en la sociedad y conseguir un trabajo normal. Dice que muchos asumen lo peor de ella y que su reputación no es la mejor. Dijo que las ex actrices porno enfrentan una realidad traumática a la hora del retiro porque es muy difícil comenzar otra carrera sin ser juzgada y sin que se cierren las puertas por su pasado en el porno. En una entrevista con CNN, Oberlin reveló detalles sobre los malos días que vivió en la industria y lo difícil que ha sido reconstruir su vida. Además, recomendó a las mujeres jóvenes que no comiencen una carrera pornográfica.


Erin Moore 

Afirmó que el ambiente laboral de la industria “no es óptimo” y que la presencia de sustancias psicoactivas es permanente: "Éxtasis, cocaína, marihuana, Xanax, Valium, Vicodin y alcohol. Esas eran las drogas que siempre las tomábamos".

 

Jessie Rogers

Contó que la presión de las productoras terminó por convencerla en someterse a cirugías estéticas como un implante de senos. También, denunció ser golpeada en los rodajes por parte de actores y directores cuando las cámaras no estaban grabando. Ahora es parte de una organización antiporno en la que espera que su historia de vida inspire a mujeres para salir de la industria y a otras para que nunca entren.

 

Nadia

“Hay falsos agentes que se llevan comisión; locales donde se obliga a las chicas a operarse del pecho porque eso aumenta las ventas. Les adelantan el dinero, pero tienen que devolverlo. Nada es gratis.”

“Siempre nos hacían firmar los contratos al final de los rodajes, a toda prisa y pagándonos en dinero contante y sonante. En diez años, jamás me dieron una copia del contrato. De hecho, no me di cuenta que estaba vendiendo mi imagen por 99 años por el mero hecho de firmar. Esto es algo que aparece indicado en los contratos: en cualquier soporte, revistas porno, DVDs, internet… Aparezco en webs para las que no trabajé en mi vida. Si tecleas mi nombre, te salen 50 páginas de internet.” 

“Muchas de las actrices son chicas solteras con menores a cargo. Desde luego, hay que pasar mucha hambre para aguantar lo que nos hacen.”

"Hay eso que se llama "gonzo": te golpean duramente, te escupen encima, te tiran del pelo. Rodé yo sola con 35 tíos. Todos con máscara. Tuve quemaduras en la piel por el esperma… He visto dildos enormes, de un diámetro tres veces mayor que una botella. Un productor me obligó a ponerle un condón en el pie de un tío y a metérmelo. Otro me meó en la boca mientras le hacía una felación.

Les había dicho que nada de coprofilia, nada de lluvia dorada y nada de zoofilia. Tuve que pelearme sin parar. Conocí a una chica que se suicidó después de haber rodado escenas con un perro. La cosa se estaba moviendo en internet. Tenía 18 años”

“Y luego está la cocaína. Todo el mundo se mete. Nos la ofrecen gratis para estar delgadas… Una actriz me avisó del peligro. Tomé algún tiempo, pero lo dejé a los tres meses. Además de la coca, todos los actores se meten Viagra y se chutan en el pene. Eso hace mucho más violento todo lo que ya tienes que soportar; a veces, una carnicería. A muchos actores porno les gusta el sexo y están orgullosos de su imagen viril."

"Para aguantar, tienes que verlo como si se tratara de una performance deportiva. Tienes que estar hecha a prueba de bomba para no suicidarte. Incluso cuando vas a salones hay que aguantar de 2 de la tarde a 4 de la madrugada en tacones de 12cm, fotos, shows, calentar a los tíos. Es agotador. Yo no podía venirme abajo, tenía una hija. Me acuerdo que incluso al día siguiente de una violación atravesé toda Francia en tren para estar con ella a las 9 de la mañana.”

“Existen vínculos entre la prostitución, la pornografía y los locales de intercambio de parejas. En los lugares donde se rueda es frecuente que se den citas para prostitución. Uno de los productores para los que trabajé fue condenado por ejercer de proxeneta con su mujer. Los que organizaron mi violación por aquellos 22 tíos del club de intercambio también fueron juzgados porque había una menor.”

“Me di cuenta que haber trabajado en el porno era mi mejor publicidad en la prostitución. Los clientes me habían visto ya en las películas. Para ellos era una auténtica perra, una actriz porno, no una aficionada. Cuando hablaban de las otras decían "Esa tiene chulo, tú no; a ti es que te gusta esto, se nota en tus pelis". Yo no decía nada, nunca hay que decir la verdad ni desvelar tus  secretos. Si no, estás vendida.”

“Los clientes vienen a pedirte lo que vieron en las películas. Los peores son los jóvenes, que quieren hard y sexo anal. Se meten sustancias para aguantar más.”

“Lo que es duro también en la prostitución es la mirada de la gente. Cuando tratan de meterte en el porno te hacen creer que tiene más estilo. En realidad, nuestros orificios son vendidos por 99 años, es todavía peor.”

“Y luego, en 2014, exploté. Compré dos cajas de Xanax y una cuerda para colgarme. Pero con el Xanax sólo conseguí desmayarme. Escribí un mensaje a mi hija: "Soy una puta". La había abandonado, era una huérfana a cargo del Estado. Después me entró miedo: no va a quererme nunca más…”

“Hay que decirles a los chicos que no se identifiquen con los actores porno. Ese mundo no es la realidad. Y sobre todo a las chicas hay que decirles que ahí no hay más que tiburones. No me gustaría que mi hija cayera en eso, que la captaran. Muy a menudo estuve tentada de disuadir a las chicas que iba conociendo. Las hay que trabajan gratis en el porno con la esperanza de llegar a ser actrices… Pero cuando venían a hablar conmigo en algún Salón, no podía decirles "¡cuidado con esto!".” (14)

Fuentes:

  1. https://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/nadia-el-porno-es-una-violacion-tras-otra-es-inhumano

  2. https://www.lavanguardia.com/vida/20190610/462769543338/acceso-pornografia-adelanta-8-anos.html

  3. https://www.youtube.com/watch?v=iUokMP7uUVY&t=20s

  4. https://www.pornhub.com/insights/2019-year-in-review

  5. https://actualidad.rt.com/actualidad/331463-madre-hija-adolescente-desaparecida-videos-pornograficos

  6. https://laopinion.com/2020/02/10/mi-violador-publico-el-video-del-ataque-sexual-en-un-sitio-porno/

  7. https://www.miaminewtimes.com/news/this-is-how-bangbros-made-a-porno-featuring-a-15-year-old-beauty-queen-and-a-murderer-6565605

  8. https://twitter.com/LailaMickelwait/status/1277959297784115207?s=19

  9. https://www.youtube.com/watch?v=3f2zLa3NqZ0&feature=youtu.be

  10. https://www.infobae.com/tendencias/2017/08/05/pornografia-la-industria-que-vende-fantasias-y-que-oculta-sus-verdades/?outputType=amp-type

  11. https://www.elespanol.com/social/20190608/capital-masturbacion-lugar-porno-consume-mundo/402710605_0.html https://www.lacapital.com.ar/informacion-general/las-cifras-del-consumo-porno-la-argentina-2019-n2549520.html

  12. https://noticias.perfil.com/noticias/opinion/la-argentina-gran-productor-de-pornografia-infantil.phtml

  13. https://www.primerahora.com/entretenimiento/farandula/notas/actrices-que-se-arrepintieron-de-trabajar-en-la-industria-porno/ https://www.infobae.com/tendencias/2017/08/05/pornografia-la-industria-que-vende-fantasias-y-que-oculta-sus-verdades/?outputType=amp-type

  14. https://traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com/blog/nadia-el-porno-es-una-violacion-tras-otra-es-inhumano

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